6, rue du Chapitre, 25000 Besançon
A salvo del bullicio, entre la ciudad y la naturaleza, Le Sauvage Hôtel Restaurant & Spa ofrece una experiencia donde la historia de las piedras dialoga con un arte de vivir contemporáneo. En el borde de las murallas de Besançon, en el barrio histórico, el establecimiento se sitúa en un entorno singular, donde los vestigios de un antiguo convento se encuentran con la suavidad de un gran parque arbolado. Desde las alturas, la vista se despliega sobre el casco antiguo y el valle del Doubs, ofreciendo un respiro a quienes desean tomarse el tiempo para quedarse.
Detrás de las fachadas sobrias, varios espacios invitan a la relajación. El vestíbulo de recepción, los salones en fila y la terraza orientada al oeste componen una atmósfera tranquila y discreta. El conjunto conserva huellas visibles de su pasado monástico, al tiempo que acoge instalaciones actuales, diseñadas con cuidado. La elegancia es sobria, los materiales están bien seleccionados, y cada detalle parece pensado para preservar el silencio y la intimidad del lugar.
Las 24 habitaciones están distribuidas en diferentes categorías, permitiendo satisfacer deseos variados sin comprometer nunca el confort. Algunas conservan una simplicidad asumida con líneas depuradas y ropa de cama de calidad. Otras, más generosas en sus volúmenes, cuentan con un rincón de salón o acceso directo al jardín. En las suites, el espacio se convierte en un lugar de excepción. Una de ellas ocupa incluso la antigua capilla, ofreciendo un carácter único al conjunto.
Cada habitación dispone de un baño privado, un escritorio, una pantalla plana y mobiliario integrado de manera sobria. El parquet, omnipresente, aporta calidez y continuidad visual. Varias habitaciones dan al parque, mientras que otras disfrutan de un panorama despejado sobre los tejados de la ciudad y las fortificaciones diseñadas por Vauban.
Por la mañana, el desayuno se ofrece en forma de buffet continental. Puede disfrutarse en la sala destinada a este fin, pero también en la habitación o en la terraza cuando el clima lo permite. Este momento del día es particularmente apreciado por su tranquilidad y la calidad de los productos seleccionados.
Los huéspedes que lo deseen pueden prolongar esta pausa en el espacio de bienestar, accesible previa reserva. Este spa íntimo incluye una piscina de hidromasaje y un hammam, instalado bajo hermosas bóvedas de piedra. Se encuentra a la altura del jardín y ofrece un entorno propicio para la desconexión. El acceso es posible en turnos de dos horas y está abierto a visitantes externos.
El restaurante complementa esta propuesta de estancia con una experiencia culinaria guiada por el chef Hugo Mathieu. En un ambiente luminoso, en la sala o en la terraza, el menú sigue el ritmo de las estaciones y las inspiraciones del momento. Los productos se trabajan con precisión y se acompañan de vinos elegidos con atención. El restaurante está abierto al mediodía y por la noche, de martes a viernes, así como el sábado por la noche.
El hotel también dispone de un bar, un servicio de consigna de equipaje y servicio de habitaciones, accesibles previa solicitud. Se ofrece un aparcamiento privado y seguro por un costo adicional, lo que facilita en gran medida el acceso al sitio al tiempo que garantiza la tranquilidad de los huéspedes con vehículo. La conexión Wi-Fi es gratuita en todo el establecimiento.
El lugar también puede acoger recepciones o reuniones en espacios dedicados, adaptados a un ambiente profesional o familiar. La disposición de los salones, la presencia del parque y la discreción del personal permiten planificar estos eventos con serenidad.
La historia del lugar se impone naturalmente en el recorrido de cada visitante. Entre monasterio, casa solariega y convento, las paredes cuentan varios siglos de ocupación. El establecimiento también rinde homenaje a la memoria de Vauban, quien alguna vez se alojó en la antigua posada del Sauvage, entonces reconocida en la región.
Desde el hotel, los paseos a pie ofrecen un acceso directo a la Ciudadela, cuyos muros y museos constituyen una etapa imprescindible de cualquier estancia en Besançon. Clasificada como patrimonio mundial de la UNESCO, esta fortaleza impresiona tanto por su magnitud como por los puntos de vista que ofrece sobre la ciudad y el valle.
Al descender, se puede descubrir el museo del Tiempo, instalado en el palacio Granvelle. Este lugar emblemático relata el estrecho vínculo entre Besançon y la relojería, pero también se interesa por las relaciones que las sociedades mantienen con el tiempo mismo. La escenografía es fluida y bien pensada, entre objetos técnicos y obras de arte.
Un poco más lejos, el meandro del Doubs se explora a través de varios circuitos peatonales. Revela la riqueza arquitectónica del centro histórico, entre mansiones, fachadas coloridas y callejones tranquilos. Los museos de Bellas Artes y de Historia Natural también merecen una visita para completar un día de descubrimiento.
Por la noche, la ciudad propone regularmente espectáculos, conciertos o proyecciones en diferentes lugares culturales, especialmente en el teatro Ledoux o en el Frac Franche-Comté. Desde Le Sauvage Hôtel Restaurant & Spa, estas salidas se alcanzan a pie o en unos minutos en transporte.
El establecimiento se dirige tanto a viajeros de paso como a curiosos que deseen hacer una parada en un lugar cargado de historia. Ofrece una manera particular de vivir Besançon, entre naturaleza y patrimonio, confort y discreción, tradición y placeres contemporáneos.
General
Servicios
Restauración
Área de piscina y bienestar
Zonas comunes
Entretenimiento
Varios
Desde 99 EUR por noche