9 Quai Vauban, 25000 Besançon
Detrás de las elegantes fachadas del muelle Vauban, el hotel que lleva el nombre del ilustre ingeniero te invita a descubrir Besanzón desde un lugar que combina historia, confort y una atmósfera contemporánea. Con solo trece habitaciones, distribuidas en cuatro plantas atendidas por un ascensor, el Hotel Vauban privilegia una experiencia a escala humana, en armonía con la identidad de la ciudad que lo alberga.
Desde las ventanas, las perspectivas cambian según la orientación de la habitación: por un lado, la plaza de la Revolución y el Museo de Bellas Artes dibujan un cuadro viviente; por otro lado, las orillas del río Doubs, el puente Battant, la sinagoga o la iglesia de la Magdalena componen un decorado relajante, casi fuera del tiempo. En cada planta, la luz natural circula ampliamente y realza las líneas sobrias del mobiliario, los tonos suaves de las paredes y los detalles contemporáneos discretamente integrados.
Las habitaciones evocan cada una a su manera el patrimonio dejado por Vauban, sin caer nunca en un enfoque temático marcado. Combinan materiales actuales, ropa de cama cómoda y una distribución pensada para estadías de corta o mediana duración. Cada espacio cuenta con aire acondicionado reversible, un escritorio, un televisor de pantalla plana, una caja fuerte, una bandeja de cortesía, un minibar y acceso Wi-Fi de alta velocidad incluido.
Una habitación ha sido diseñada específicamente para recibir a personas con movilidad reducida, con especial atención a la fluidez de los desplazamientos y al confort general. Todo el establecimiento es para no fumadores, y una recepción abierta las 24 horas está disponible para atender las solicitudes de los viajeros, ya sea que lleguen temprano, tarde o que deseen consejos para visitar la ciudad.
Para acompañar tus jornadas, dos direcciones distintas te esperan al pie del hotel. La Coudée ofrece una cocina comtés cuidada, generosa y completamente casera, en un decorado a la vez sobrio y acogedor. Aquí se encuentran los sabores de una región que aprecia los platos francos y los productos bien trabajados, todo ello complementado con una terraza que da a la animada plaza.
Justo al lado, el Vesontio despliega una carta orientada a Italia, en un ambiente cálido de bistró. Aquí se pueden disfrutar los imprescindibles de la cocina italiana –pastas, antipasti, postres– para saborear en el salón o en la terraza según la temporada. Estas dos opciones permiten a los huéspedes variar los placeres sin tener que alejarse, disfrutando al mismo tiempo de un servicio atento.
Por la mañana, el desayuno se sirve en la sala, en formato bufé o continental, según tus deseos. Bollería, frutas, bebidas calientes, quesos locales y panes variados están a disposición en un ambiente luminoso, con una vista agradable sobre la actividad de la plaza y los tejados de Besanzón.
El hotel también pone a disposición una sala de reuniones, muy apreciada para seminarios de tamaño reducido o reuniones profesionales. El acceso es fácil desde la estación de tren TGV, situada a pocos minutos en coche, y se ofrecen varias opciones de aparcamiento en las cercanías, incluidas para ciclistas, gracias a un almacenamiento seguro para bicicletas y un punto de carga.
El entorno inmediato ofrece numerosas oportunidades para pasear: museos, cines, galerías, tiendas y mercados animan las calles aledañas. El Museo de Bellas Artes, cuya entrada se encuentra literalmente a unos pasos, es una de las etapas culturales más enriquecedoras de la ciudad, con colecciones variadas que abarcan varios siglos.
Un poco más lejos, la Ciudadela de Besanzón, inscrita en el patrimonio mundial de la UNESCO, ofrece un paseo espectacular, tanto por su arquitectura militar como por los panoramas que revela. Se puede acceder a pie desde el hotel en unos quince minutos, por callejuelas llenas de encanto y pasajes con suaves pendientes.
Para los amantes del patrimonio literario, la casa natal de Victor Hugo permite descubrir una faceta íntima del escritor, mientras que el Observatorio, fundado en el siglo XIX, se visita con reserva y ofrece un punto de vista singular sobre el vínculo entre ciencia y territorio. Si deseas alejarte un poco del centro, el castillo de Moncley, a pocos kilómetros, también ofrece un paréntesis histórico en un entorno más bucólico.
Las familias pueden, por su parte, programar una escapada al Dino-Zoo, un parque temático original que encantará a los niños y ofrecerá un momento de entretenimiento lúdico, entre animales prehistóricos y animaciones interactivas. Este lugar accesible en coche permite variar los placeres durante la estancia.
Si tu visita coincide con un evento cultural o un festival –Besanzón acoge varios a lo largo del año– podrás asistir fácilmente gracias a la posición céntrica del hotel. Conciertos, proyecciones, exposiciones temporales se desarrollan en las inmediaciones, sin necesidad de transporte.
El Hotel Vauban se distingue por su capacidad de combinar confort moderno e inmersión local, en un entorno animado pero sin ruido, frente a una de las plazas más bonitas de la ciudad. Es un punto de anclaje ideal para explorar Besanzón con flexibilidad, ya sea que viajes solo, en pareja o por motivos profesionales.
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Desde 71 EUR por noche